viernes, 30 de octubre de 2009

Al rescate de los desechos




La gestión de recuperación de materiales es en gran medida de tipo informal y realizado al final del ciclo. La Direccion Metropolitana de Aseo Urbano y Domiciliario (DIMAUD) y la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) buscan diferentes mecanismos para modernizar el relleno e incentivar el reciclaje...






domingo, 25 de octubre de 2009

El Reciclaje de Plastico en Panamá

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Hemos utilizado estadísticas de la Contraloría General de la República de Panamá, hasta 2010. En adelante desarrollaremos dos cuestiones importantes: la industria del plástico de Panamá ha incrementado sus actividades en los últimos cinco años, pero escasamente utiliza como materia prima los residuos de plástico recuperados en el país, recurriendo a las importaciones, lo cual está afectando su rentabilidad como resultado del reciente aumento de precios en el mercado internacional de este material. Mientras tanto,  la recuperación de residuos reciclables de plástico se realiza en Panamá para exportarlos principalmente a la República Popular de China, Costa Rica y los Estados Unidos, en ese orden. El documento puede consultarse en este Blog:

LAS AMENAZAS A LA SALUD Y EL AMBIENTE POR LA QUEMA DE RESIDUOS A CIELO ABIERTO: EL CASO DE PANAMÁ


Francisco Rivas Ríos.

Los incendios no controlados en los sitios de disposición final es la actividad más impactante, generando un 76.3% (76.00 g EQT/año) del total de las liberaciones. Mientras que la incineración de residuos sólidos municipales y peligrosos (incluyendo residuos médicos) generó 8.52% (8.49 g EQT/año) de las liberaciones.

La quema de los residuos a cielo abierto.
Los residuos provenientes de los hospitales, clínicas y/o centros de salud los residuos hospitalarios son recolectados por el servicio de aseo municipal y se mezclan con los no peligrosos, para ser depositados posteriormente en los vertederos a cielo abierto. En el año 2004, ingresaron al Relleno Sanitario de Cerro Patacón 1,664 toneladas de residuos hospitalarios, 0.38% del total. A estos residuos se suman otros igualmente peligrosos provenientes de la actividad agroindustrial y comercial: aceites; solventes; ácidos y álcalis; pinturas; tintas; barnices; resinas y plaguicidas. 

El “Informe sobre Análisis Químicos efectuados a Muestras de Desechos Sólidos”[1], tomadas en los domicilios, mercado publico, instituciones, establecimientos comerciales y camiones recolectores, en el Distrito Capital, durante un periodo de 13 días, en el mes de julio de 2002, constató la existencia de cloruros (0.0272 %), sulfuro (0.1014%), carbono (48.34 %), Hidrógeno (6.9846%) y Oxígeno (39.7769%). 

El Inventario Nacional de Dioxinas y Furanos estableció que la subcategoría 6b – Quema de Desechos e Incendios Accidentales generó el 77.9% (75.96 g EQT/año) del total de la liberación de dioxinas y furanos que se presentó en el país en el año 2005, siendo la quema de desechos en los sitios de disposición final la actividad más impactante.

Tabla No. 1
Liberaciones Totales de PCDD/PCDF para la Subcategoría 6b –
Quema de Desechos en la República de Panamá – Año 2005.
Fuentes Identificadas
Consumo de materia quemada (ton/año)
Factor de emisión
(ug EQT/ton)
Liberacion (g/EQT / año)
Aire
Suelo
Residuos
Aire
Suelo
Residuos
Incendios de vertederos
26,694
1000
ND
600
26.694
-----
16.016
Quema controlada de desechos domesticos.
22,146
300
600
600
6.644
13.288
13.288
      ND = No Determinado
       Fuente: Inventario Nacional de Dioxinas y Furanos, Panamá, 2007.

Si tomamos en cuenta el promedio de las emisiones estimadas de dioxinas a través del aire, que son las que, en comparación con las que están presentes en las cenizas, están más fácilmente disponibles para ingresar en la dieta, la cifra es 33,37 gramos en 2005, equivalente a 33,370,000 ìg EQT, aproximadamente 10 ìg EQT/per cápita/anual y a 2,803 pg EQT/ per cápita/diario.

Para tener una idea de lo que esto significa en términos de su potencial toxicológico, es posible comparar estas cantidades con la ingesta máxima admisible de equivalentes tóxicos de dioxinas, por día, según la Organización Mundial de la Salud. La OMS dice que no deben ingerirse por día más de 1-4 pg EQT por cada kilo de peso corporal de una persona. Sin embargo, la OMS ha fijado el valor de 1 pg EQT/Kg peso corporal/día como objetivo deseable de ingesta máxima diaria. Tomando 60 Kg como peso promedio de una persona, la ingesta máxima, según el objetivo fijado por la OMS, será de 60 pg EQT/día por persona. 

Lo anterior significa que en Panamá se libera al aire, per cápita, cerca de 47 veces más que la ingesta máxima de dioxinas establecidas por la OMS. Obviamente, el único objetivo que persigue esta comparación es el de facilitar la comprensión de la cantidad de dioxinas emitidas en términos de su potencial toxicológico. No se pretende hacer ninguna inferencia acerca de la relación entre las dioxinas emitidas al aire y la dimensión de la exposición humana inmediata resultante de esas emisiones.

Considerando las liberaciones de dioxinas y furanos en 2005, incluyendo liberaciones al aire, agua, suelo y producto, el total se ha establecido en 99.61 g EQT. Entonces el ìgEQT/per cápita/anual sube a 30. Para tener un punto referencia indiquemos que en el año 2005 Colombia reportó 17.7 ìgEQT/per cápita/anual[2].

Estos datos deben relacionarse con las formas que se utilizan en Panamá, para eliminar los residuos sólidos. El Censo de Vivienda y Población de 2000 indica que el 60% de los residuos, en el ámbito nacional, eran recolectados para ser transportados a los sitios de disposición final, mientras que el restante 40% eran eliminados en el ámbito de las viviendas.


La quema de los residuos, tanto en los vertederos municipales como en el ámbito doméstico, es una práctica generalizada durante la estación seca que en Panamá se extiende de mediados de diciembre a finales de abril, principalmente en la vertiente Pacífica, con períodos más cortos en la vertiente Atlántica. Disminuye, en cambio, en la estación lluviosa, desde principios de mayo a mediados de diciembre. Factores climatológicos pueden adelantar o atrasar estos períodos generalmente de una a tres semanas, siendo estos períodos más marcados en la región del arco seco del país que comprende las áreas costeras de las provincias de Coclé, Herrera y Los Santos.

La quema de residuos en el ámbito doméstico.

El Inventario Nacional de Dioxinas y Furanos, estableció la liberación de 33.2 g EQT/año como resultado de la quema no controlada de desechos domésticos (6.6 g EQT/año) liberados al aire. Estas emisiones se explican porque al menos el 40% de los residuos generados en el país se están disponiendo en el ámbito doméstico. En el año 2000, 274,460 viviendas (40%), con una población de 1,289,962 personas (4.7/vivienda) utilizaban distintos procedimientos para eliminar los residuos sólidos (Ver la Gráfica No.7). 

Esta población generalmente: a) quema los desechos de papel, cartón y plástico; b) entierra las latas, el hierro, el aluminio y otros metales; y c) utiliza los desechos de comida se usan para alimentar a los animales. Las 182,813 viviendas en las que se quemaban los residuos domiciliarios albergaban a 767,814 personas (4.2/vivienda).

Las comunidades rurales y periurbanas y los asentamientos urbanos marginales, con escasa capacidad de pago de la tasa de aseo y vías de acceso en mal estado, han sido excluidas de los servicios municipales de aseo. Aun cuando no existen cifras exactas sobre la cobertura del servicio de recolección y transporte de los residuos sólidos, distintos estudios la han establecido en alrededor de un 50%[3]. La quema de los residuos se ha convertido en la principal forma de su eliminación.

Un ejemplo que ilustra esta práctica es el del Distrito de Chagres, en la Provincia de Colón. El Estudio de Composición Física de los Residuos realizado en el año 2002[4], determinó una tasa de generación de 0.37 kg/hab/día, muy por debajo de la media nacional, pero propia de las áreas rurales. Sin embargo, la composición física mantiene el mismo perfil nacional, pues el porcentaje de residuos de plásticos fue del 12%.

Los análisis realizados indicarían que en el Distrito de Chagres, con una población de 9,517 habitantes mensualmente destinarían a la alimentación de los animales hasta 54 toneladas de residuos alimenticios, 13 toneladas se enterrarían y 39 se quemarían a cielo abierto (de las cuales 13/ton de plásticos). Teóricamente, en los 5 meses de la estación seca, en dicho Distrito se estarían quemando 195/ton, de las cuales 63/ton corresponden a residuos de plásticos. Los datos indican que, independientemente del volumen de generación de residuos, su composición no varía significativamente y el componente de plásticos sigue siendo importante.

La quema de residuos en los vertederos a cielo abierto.

Todos los años se producen incendios de gran magnitud vertederos municipales a cielo abierto, generalmente ubicados en zonas de alto riesgo, a orillas de manglares, playas, ríos y quebradas. Estos incendios han sido atribuidos generalmente a los recicladores (denominados “pepenadores” en Panamá), durante las tareas de recuperar metales mediante la quema de cables, llantas usadas y otros materiales.

El Relleno Sanitario de Cerro Patacón, ubicado en el Distrito Capital, Provincia de Panamá se ha incendiado en varias ocasiones. Diariamente recibe cerca de 750 ton/día de residuos municipales y 450/ton/día de desechos industriales y hospitalarios.

En marzo de 2007 una densa columna de humo negro, que se apreciaba desde diferentes sectores de la ciudad capital, causó alarma entre la población. Miles de neumáticos usados fueron quemados, provocando una humareda que se dispersó sobre las barriadas cercanas al vertedero y al resto de la ciudad. Un comunicado de la Alcaldía de Panamá indicó que el fuego fue causado por un grupo de pepenadores que labora en el relleno sanitario de Cerro Patacón para obtener el metal que hay dentro de los neumáticos usados.

El Vertedero Municipal, Distrito de David, Provincia de Chiriquí se incendió en junio de 2004 (En la foto una vista del gran incendio del Vertedero Municipal San Pablo, que afectó a la ciudad de David en febrero de 2005). El humo se extendió a toda la ciudad y afectó especialmente a los asentamientos cercanos (Ciudad Acuario, Las Margaritas y Reparto Universal, Coquito, La Arboleda y San Pablo Nuevo), al Hospital Regional de David. Uno de los principales centros educativos, el Instituto David, se vio obligado a clausurar las clases. Las autoridades de salud informaron que la cantidad de humo era tan grande que ocasionaba irritación en los ojos, picazón en la garganta y molestias para respirar. El Vertedero de Monte Esperanza, Distrito de Colón, Provincia de Colón, se incendió en de febrero 2006. Los bomberos tuvieron que utilizar los carros cisternas para impedir que el siniestro alcanzara una de las torres de alto voltaje cercanos al área industrial de la ACP. Otros incidentes similares han ocurrido en los vertederos municipales de las ciudades intermedias como Aguadulce, Penonomé, Santiago y otras. Otra práctica ampliamente extendida entre los Jefes de Aseo y Alcaldes, para reducir las cantidades de las basuras y mantener operativos los sitios de disposición final, consiste en confinar los residuos en un espacio.

Los gases generados durante la biodegradación pueden incluir gases orgánicos volátiles, tóxicos y potencialmente cancerígenos, como los cloruros; así como subproductos típicos de la biodegradación como metano, sulfuro de hidrógeno y bióxido de carbono. El humo generado de la quema de basura en botaderos abiertos constituye un importante irritante respiratorio y puede hacer que las poblaciones afectadas tengan mucho más susceptibilidad a las enfermedades respiratorias. Por otra parte, los daños ambientales debido a la eliminación de desechos sólidos pueden incluir la contaminación de la calidad del suelo, de las aguas subterráneas y superficiales, y del aire. Los líquidos lixiviados pueden contener partículas finas y micro organismos que pueden ser filtrados por la matriz del suelo. Este líquido contiene sólidos disueltos, capaces de ser atenuados por el suelo mediante mecanismos de precipitación, adsorción, o intercambio de iones. Bajo condiciones hidrológicas favorables, la filtración contaminada de los residuos sólidos puede pasar a través del suelo no saturado que se halla debajo del depósito, y entrar en las aguas subterráneas.

El agua superficial puede ser contaminada al recibir el agua subterránea contaminada, o por el aflujo superficial directamente del depósito de desechos sólidos. Las fuentes de degradación de la calidad del aire incluyen el humo proveniente de la quema abierta, polvo de una inadecuada contención, recolección, y descarga al aire libre; y gases generados por la descomposición de desechos. El Gobierno panameño ha identificado las siguientes consecuencias principales para la salud y el ambiente, derivadas del manejo inadecuado de los residuos sólidos[5].
  • La proliferación del mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue, los roedores transmisores de la fiebre de Hanta y otras enfermedades, tales como la peste bubónica.
  •  Olores desagradables, producto de la descomposición de la materia orgánica de la basura.
  •  Los plásticos y otros materiales no biodegradables se acumulan en el ambiente y representan una amenaza para la vida silvestre y para la estética de las comunidades.
  •  Los materiales inflamables originan incendios forestales, que tienen un profundo impacto en la estabilidad ecológica de una determinada zona. Los residuos sólidos amenazan la vida silvestre.
  •  La salud de las personas cuando entran en contacto con los residuos hospitalarios y peligrosos que ameritan un manejo especial.



[1] Laboratorio de Química, Universidad de Panamá, Informe No. 05—2002, 26 de julio de 2002.
[2] Pontificia Universidad Javeriana, Evaluación Económica de los Impactos a la Salud (Pública y Ocupacional) Asociados a los Contaminantes Orgánicos Persistentes – COP –, Convenio de Donación GEF No. TF 051529 PROYECTO COL/03/012, Colombia, enero-junio, 2006.
[3] Véase UNCTAD, ANAM, Estado de los Bienes y Servicios Ambientales en Panamá en el Marco de la Apertura Económica,
Panamá, julio de 2003.
[4] APRONAD, Diagnóstico de la Generación, Manejo y Disposición de los Desechos No Peligrosos en la Costa Abajo de Colón, Panamá, octubre 2002.
[5] Mencionados en la Exposición de Motivos en el Proyecto sobre Residuos Sólidos citado.



La Generacion y Composicion de los Residuos Peligros en Panama

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Por: Lic. Francisco Rivas

El Convenio de Basilea y las Naciones Unidades definen como residuos peligrosos aquellos que tienen entre otras características, las de explosividad, inflamabilidad, combustión espontánea, reactividad con agua o aire, toxicidad aguda y crónica, infecciosidad, corrosividad, ecotoxicidad, etc. Este tipo de residuos forman pequeñas fracciones en los tres tipos de residuos más comunes (domésticos, hospitalarios/centros de salud y comerciales/industriales).

Sin embargo, al mezclarse terminan contaminando a la totalidad de los residuos generados. Estos últimos, cuando se queman a cielo abierto se convierten en la principal fuente de generación de dioxinas y furanos.

Hemos incorporado dos referencias adicionales: los residuos peligrosos que podrían estarse generando en la Zona Libre de Colón, y los envases de plaguicidas, los cuales terminan quemándose en los vertederos con el resto de los residuos.

Los residuos domésticos peligrosos.

Los residuos peligrosos de origen doméstico constituyen un universo de residuos de características bien conocidas pero que aún no han sido suficientemente estudiados en Panamá.

Un ítem importante de los residuos domésticos peligrosos lo constituye los envases y trapos de productos para el cuidado de la casa y la limpieza, tales como: removedores de óxidos, desinfectantes a base de cloro, limpiadores para horno, insecticidas, venenos para ratas, aerosoles, cosméticos (esmaltes para uñas, quita esmaltes, tinturas de cabello), pinturas y barnices. El porcentaje establecido en el ámbito internacional, de residuos domésticos peligrosos es el 2% del total de los municipales.

No existe información acerca del porcentaje de residuos domésticos peligrosos en Panamá, pues hacen falta estudios sobre su volumen y densidad Un estudio exhaustivo realizado en México, lo estimó en 0.348%. Simplemente como ejercicio, esto significará que en el año 2006 en Panamá se habrían generado 9,3 ton/día, la mitad de ellos en la Provincia de Panamá.

Los residuos peligrosos de los establecimientos de salud.

En la década de los noventa la OPS determinó una generación unitaria por cama: 3,0 kg./cama/día, de los cuales la parte no peligrosa y manejable como residuos sólidos municipales corresponde a 1,5 kg./cama/día (50%), la parte de residuos reciclables: 1.0 kg./cama/día (33%), y la parte de residuos hospitalarios peligrosos: 0,5 kg./cama/día (17%). El estudio realizado por la OPS en Panamá el año 2001, calculó en 12.3/ton/día de residuos procedentes de establecimientos de salud. En ese año la generación de residuos hospitalarios peligrosos debería estimarse en 2 ton/día. En esa oportunidad los hospitales que más generaban este tipo de desechos eran el Complejo Hospitalario Metropolitano de la CSS, Hospital del Niño, Hospital Psiquiátrico, Nacional, Hospital Santo Tomas, Instituto Nacional del Cáncer y el Hospital de la Esperanza. En el año 2007 la generación de residuos hospitalarios peligrosos se estima entre 5/7 ton/ día.

El 50% (cerca de 3 ton/día) de los residuos hospitalarios peligrosos ingresan al Relleno Sanitario de Patacón. Los desechos hospitalarios son recolectados en vehículos que no cuentan con las condiciones mínimas. Una vez llevados al relleno sanitario de Cerro Patacón, son ubicados en una fosa de seguridad donde se les da cobertura inmediata.

En el resto del país los desechos hospitalarios provenientes de los hospitales, clínicas y/o centros de salud, son recolectados por el servicio de aseo municipal, para ser depositados en vertederos a cielo abierto sin ningún tipo de tratamiento. En algunos casos son incinerados en instalaciones precarias para luego llevar las cenizas al vertedero municipal. En los vertederos municipales los residuos hospitalarios peligrosos o los residuos de cenizas de las incineradoras, se queman a cielo abierto mezclados con el resto de los residuos municipales.

Los residuos industriales / comerciales peligrosos.

En el año 2001 la OPS estimó en 238,46/ton/día la generación de residuos industriales y comerciales, mientras que JOBEFRA/SANIPLAN en 1999 la calculó en 269/ton/día. En 2003 el estudio de la JICA determinó que Panamá, San Miguelito y Arraiján generaban 169.7 ton/día. Sin embargo, ninguno de los estudios indica el porcentaje de los residuos que pueden considerarse peligrosos. En todo caso, como estos residuos(los peligrosos o no) se recolectan y disponen de manera mezclada, entonces podemos suponer que las toneladas vertidas en los vertederos tienen algún grado de contaminación en el momento en que se procede realizar las quemas.

En el Área Metropolitana existen no menos de cien empresas, incluyendo los comercios e industrias que los disponen por su propia cuenta, que transportan materiales comerciales/ industriales incluyendo los peligrosos hasta el Relleno Sanitario de Cerro Patacón (aceites, solventes, ácido y álcalis, pintura, tintas, barnices, resinas, plaguicidas orgánicos, lodos y químicos orgánicos, asbestos, y los contenedores contaminados), sin que los transportistas esté capacitados ni cuenten con los equipos para realizar esta actividad en forma segura.

Los residuos peligrosos generados en la Zona Libre de Colón (ZOLICOL).

La Zona Libre de Colón (ZLC) fue creada por medio del Decreto Ley Nº 18 del 17 de junio de 1948, con el propósito de promover inversiones nacionales y extranjeras para la actividad comercial e industrial. La mercadería que entra a la Zona Franca de Colón está libre de cualquier impuesto de aduana. Se encuentra situada en el área portuaria de la entrada atlántica del Canal de Panamá, que a su vez es un punto estratégico para las importaciones y las exportaciones. En 2006 registró importaciones por $USA 6,818.2 millones (aumento de 9.7 % con relación al 2005), mientras que las reexportaciones por $USA 7,666.1 mostraron un incremento de 15.0 % con respecto a 2005 . En 2001 se re-exportaron desde la Zona Libre de 51 toneladas de plaguicidas con un valor FOB de $USA 346 millones .

Para la ZOLICOL : a) “importación” se consideran las entradas desde el mercado exterior y las salidas de la Zona Libre de Colón para consumo local; b) “Exportación” se consideran las exportaciones de productos nacionales hacia la Zona Libre de Colón; y c) . “Reexportación” se considera las salidas de la Zona Libre de Colón. Resumiendo, las mercaderías que ingresan a la Zona Libre son consideradas “exportación” si proceden del país o “importación” si proceden del mercado internacional; mientras que las mercancías que salen de ZOLICOL se consideran importación si se destinan al mercado nacional o reexportación si su destino es el mercado exterior. Por otra parte, la Convención Internacional sobre Estadísticas Económicas aclara también, que todas aquellas mercaderías en tránsito directo no se incluyen en las reexportaciones. Se entiende como comercio en tránsito directo, el paso de toda mercadería por un territorio con fines de transporte únicamente, sin entrar en posesión de los importadores, es decir, que la mercadería en tránsito directo es aquella que ha llegado al país con documentos de embarque para ser remitida nuevamente al exterior.

En el proceso de reexportación y de tránsito directo se pueden generar residuos (además de los ordinarios derivados de las operaciones administrativas) como resultado de dos situaciones: a) que las empresas no retiren las muestras; y b) que las mercancías no cumplan con el registro sanitario, certificado de origen, registro comercial, registro de análisis, entre otros. En ambos casos, los desechos son recolectados y trasladados a la planta de incineración de la empresa Servicios Tecnológicos de Incineración, S.A, o al vertedero de Monte Esperanza.

Existen indicios de que algunos comerciantes en el extranjero podrían estar utilizando procedimientos comerciales para enviar residuos peligrosos a la ZOLICOL: mediante muestras/mercaderías contaminadas que luego no se reclaman; mercaderías obsoletas o próximas al vencimiento, incluso ofreciendo “containers” de variadas mercaderías a precios rebajados, los cuales incluirían un porcentaje de productos peligrosos, entre otros. La Dirección de Operaciones Comerciales que forma parte del Departamento de Merma de Zona Libre de Colón (ZOLICOL), es el encargado de coordinar la eliminación de mercancías obsoletas. La mercancía desechada es consignada en un documento de salida, para luego ser enviada al vertedero o el incinerador.

Las medicinas o sustancias químicas son enviadas a la planta de incineración de la empresa Servicios Tecnológicos de Incineración, los materiales que no pongan en riesgo directo la salud de las personas son enviadas al vertedero Monte Esperanza, previamente se cortan en varias partes antes de enviarse (el trabajo lo debe hacer la empresa dueña del producto) con el objetivo de no permitir que las personas los vuelvan a usar. Existe el riesgo de que plaguicidas COPs y obsoletos puedan ser ingresados al país de contrabando, a pesar de los sistemas de control y vigilancia. La Dirección General de Aduanas, por ejemplo, coordina esfuerzos para endurecer los controles en todo el país, con el objeto de frenar la escala de productos que se comercializan ilegalmente. Dicha Dirección se propone instalar un sistema de Rayos X para la revisión de contenedores procedentes de ZOLICOL, en el puesto de control aduanero conocido como la “Ye” de Chilibre, en el camino entre las ciudades de Colón y Panamá, para evitar el “contrabando hormiga” y otros de mayor envergadura, como drogas y estupefacientes.

Una caracterización física –química de los residuos generados por la ZOLICOL es de la mayor importancia, especialmente si tomamos en cuenta que se trata del más grande generador de residuos del país, individualmente considerado. En 1999 JOBEFRA – SANIPLAN estimó en 56 ton/día la generación de los residuos sólidos de la ZOLICOL, equivalentes al 35% del total generado en la ciudad de Colón.

Los residuos de envases vacíos de plaguicidas.

El Proyecto “Reducción de emisiones de dioxinas y furanos, mediante incineración controlada de envases vacíos de plaguicidas, con triple lavado, en las principales regiones agrícolas de Panamá”, elaborado por COTEPA, ofrece los siguientes datos, sobre el crecimiento de la importación de plaguicidas que se acompaña de la generación de residuos de envases vacíos.

Uno de los cultivos más importantes por la demanda de agroquímicos es la caña de azúcar. Esta es una actividad muy importante en términos sociales por cuanto se estima que para 2004/2005, 181 productores emplearon de forma directa a cerca de 4.393 personas. El cultivo se caracteriza por un círculo vicioso: la ausencia de buenas prácticas de conservación en la producción demanda cada vez más plaguicidas, lo cual tiene como resultado que las tierras se vuelven menos fértiles y con menores rendimientos por hectárea. Es necesario, por lo tanto, aplicar mayor cantidad de fertilizantes y dedicar mayor cantidad de terreno a la agricultura, con las consecuentes repercusiones en el ambiente y la salud de las personas. Adicionalmente, la quema de grandes extensiones de cultivo genera un impacto negativo a la salud de los trabajadores y de habitantes de las comunidades localizadas en un amplio radio de acción, debido a la exposición a las emisiones. Si no ocurren cambios significativos en el proceso productivo, los problemas ambientales relacionados con este cultivo se mantendrán pero en una escala superior, a saber: el uso indiscriminado de plaguicidas, la utilización ineficiente de fertilizantes, emisiones de dioxinas y furanos, degradación del suelo y afectaciones a las aguas superficiales y subterráneas.

El trabajo infantil está presente en las plantaciones azucareras y otros cultivos. De los 48.000 NNAT -entre 5 y 17 años- que laboran en Panamá, el 51.4% se dedica al agro. Aquí se encuentran los cortadores de caña y los recolectores de café, sandías, tomates, melones y ajíes. En los ingenios azucareros su participación es más notoria, ya que se contabilizó a más de 1,000 NNAT que intervienen en el corte de caña. En estas actividades los NNAT no solo manipulan sin ninguna protección los agroquímicos, sino que a veces deben trabajar en condiciones infrahumanas, ya que están expuestos a las inclemencias del tiempo y además a recibir una alimentación inadecuada

Otras de los sectores de alto consumo de agroquímicos son las Tierras Altas de Chiriquí. Estas comprenden una superficie trabajada de 955.40 Km2, con una población de 22,212 habitantes diseminados en los corregimientos de Cerro Punta, Boquete y Renacimiento. Estas tierras son únicas que conjugan el clima templado húmedo de altura, con precipitación promedio anual de 2,029.9 milímetros poseen suelos profundos y fértiles derivados de actividad volcánicas reciente. Estas características han permitido el desarrollo de una agricultura próspera de importancia nacional, basado en el cultivo de hortalizas, papas y café, sin menospreciar otras actividades como las exportaciones lecheras. En Cerro Punta, específicamente, se produce la mayor parte de fresas, moras, lechuga, zanahoria, repollo, papas, brócoli y otras legumbres que son consumidos en el país. Sin embargo, la producción agrícola descansa en la aplicación extensiva de plaguicidas.

A pesar de los esfuerzos realizados por las empresas transnacionales y productores nacionales la plantación bananera continúa provocando importantes afectaciones al medio ambiente y la salud. De la producción provienen como basura miles de toneladas de banano de rechazo, miles de toneladas de bolsas plásticas impregnadas por insecticidas y los envases de los agroquímicos. Muchas veces, se intenta de resolver esta situación mediante de la incineración incontrolada, enterrando los materiales directamente y sin control en el suelo, o depositándolos en los vertederos municipales.

Varios estudios se han realizado sobre la producción piñera y el uso de agroquímicos en las Subcuencas de los ríos Hules – Tinajones y Caño Quebrado, los cuales permiten tener una idea aproximada de la dinámica ambiental de los productos tradicionales. En el cultivo de la piña se realiza con un uso extensivo de plaguicidas, para desinfección de la semilla antes de la siembra o tratamiento de semilla, la fumigación del material vegetativo de propagación, y la fertilización del suelo y de las plantas, fertilizantes foliares en distintas etapas del cultivo.